La revista American Journal of Clinical Nutrition ha publicado recientemente un estudio sobre el consumo de lácteos bajos en grasa, según este estudio los productos de este tipo inciden positivamente en la prevención de la hipertensión arterial. Sobre este tema, el Instituto Tomás Pascual ha celebrado una mesa redonda en La Coruña, dentro del congreso de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Saludo Pública e Higiene.
Entre los ponentes, el Dr. Martínez González declaraba que “ los péptidos lácteos tienen propiedades parecidas a los fármacos que se usan para tratar la hipertensión y actúan como inhibidores del a enzima de conversión de la angiotensina, disminuyendo la tensión arterial”. Lo que el doctor Martinez nos quiere decir, es que los lácteos desnatados tienen efectos beneficiosos para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Además, el doctor Martinez concluía su ponencia diciendo que “alimentos como el aceite de oliva virgen y los frutos secos, consiguen mejorar el patrón de riesgo cardiovascular”
Otros análisis en la misma línea, como por ejemplo el del Dr. Enrique Gómez exponen las ventajas de la dieta mediterránea sobre otro tipo de cocinas. Esta vez, PREDIMED ha realizado un ensayo clínico en 17 grupos de investigación de 8 comunidades autónomas españolas. Los ensayos revelan y demuestran científicamente que los frutos secos y el aceite de oliva en la dieta mediterránea previenen considerablemente los riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Por otra parte, muchos de los especialistas afirmaban que la soja cumple un papel preventivo sobre las enfermedades cardiovasculares en la mujer. Para el Dr. Haya “existe el injustificado mito de que la enfermedad cardiovascular es una cosa de hombres, y no de mujeres, cuando en realidad la mujer tiene más riesgo de padecerla”. La soja es también beneficiosa para reducir el “síndrome climatérico” en la menopausia y para la prevención de fracturas osteoporóticas y pérdida de masa ósea.
Fuente: CosasdeSalud.es
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